La idea es que los rayos del sol al entrar por la ventana, tengamos una superficie negra mate para que la mayor parte de los fotones se queden en forma de energía calorífica.
Esto nos proporcionará durante los 260 días al año despejados, una calefacción gratuita. Evidentemente en verano no lo queremos ni ver, por lo que se reduce durante 4 meses la proporción estimada de 120 días no deseables. En total nos quedamos con 140 días = 4’66 meses de calefacción solar gratuita deseable.
Si la factura de calefacción supone unos 150€/mes reduciremos unos 700€/año.
Las condiciones a tener en cuenta son, que la ventana esté con orientación sur o como mucho 30º Sur-Este o Sur-Oeste para tener un aprovechamiento de este sistema de energía pasiva.
Si deseamos que el calor quede mas tiempo en la estancia, tenemos que hacer que el calor se acumule en un objeto muy denso, como por ejemplo, agua, ladrillo refractario, piedras…
Es esta foto vemos como detrás del vidrio, hay un muro de ladrillo macizo que tiene un espesor considerable para que la onda de calor pueda recorrer la masa del muro lentamente y así el calor podamos disfrutarlo poco a poco. En la práctica notaremos como el sol clienta el muro y por la noche notaremos un calor radiante muy agradable.
El esquema a continuación explica el funcionamiento de un colector solar para aire caliente con el mismo proceso.
Entra el aire frío de la casa a través de una abertura en la parte baja del muro. El sol atraviesa el vidrio en onda corta y calienta la superficie negra del muro, no se escapa el calor porque la onda larga no atraviesa el vidrio. La onda lumínica se transforma de corta a larga al chocar contra una superficie y es reflejada.
En la cavidad entre el vidrio y el muro se forma una corriente de aire caliente que asciende y entra en la vivienda por la abertura superior.
Cada una de estas aberturas tiene compuertas que nos permiten controlar al gusto la temperatura.
