El objetivo es que el humo vaya irradiando calor a la mampostería y que salga al llegar a la chimenea a menos de 150ºC. Están formadas por un núcleo forrado con barro y arena compuesta de ladrillo de alta densidad y los conductos por donde se hace circular el humo en zig-zag.
Ventajas de este tipo de estufas:
- Alta eficiencia, entre un 75% y un 90%, muy superior a la mayoría de estufas de hierro.
- No es contaminante, la combustión eficiente a altas temperaturas apenas produce gases.
- Es segura, no se produce creosota, ni incendios de chimenea.
- Es sostenible ecológicamente y crea independencia al ser la madera un recurso renovable, además de poder utilizar leña de poca enjundia, como ramas de poda para conseguir un fuego fuerte y rápido.
- Su calor es duradero, la estufa va soltando muy lentamente el calor hasta 12 horas después de haber apagado el fuego.
- El mantenimiento es muy bajo, requiere una mínima supervisión.
- Genera calor radiante, calienta más los materiales densos y en el ser humano calienta primero los huesos.
- Es segura al tacto porque la superficie de la estufa no quema, nunca supera los 70ºC.
- La calidad del aire es buena, no quema polvo ni produce iones positivos. Al producir menos convección no se levanta tanto polvo ni se recirculan alérgenos.
Variedad de usos
- Presenta flexibilidad de diseño y se adapta a la casa y al cliente, tanto en requerimientos de mejoras, como en modo de vida y hasta en gustos, permitiendo acabados muy diferentes, como por ejemplo una mesa caliente, que permite tener los platos calientes antes de servirlos.
- O una cocina.
- O calentar agua sanitaria con un serpentín incorporado a la estufa.
- O hacer un horno independiente del fuego.
- Algunos ponen una salida hacia la cama para tenerla calentita.